Espero que no sea así ya que el día en que mueras si eres sepultado, no serás el único que sufrirá, sino que también espantaras al velador y a la gente que este visitando a sus seres queridos que han partido al otro lado.
Se cuenta que Nachito un niño que desde pequeño le tuvo miedo a la obscuridad, no podía dormir si no había una luz de vela que alumbrara el lugar donde dormía, gritaba y lloraba, hasta que alguien fuera a su rescate. A los cinco años de edad murió debido a que las cuatro velas que estaban en su habitación se apagaron, fue tanta su desesperación y su miedo que falleció.
Nachito fue sepultado en el panteón de Belén, sus familiares pensaron que ya iba a descansar en paz, pero no fue así, las dificultades siguieron, el velador cada mañana se encontraba con el féretro afuera de su tumba, el pobre hombre debía de introducirlo diariamente a su lugar. También se dice que se veía un fantasma de un pequeño niño tratando de llegar a la luz de la calle.
Sus padres consternados con la situación decidieron modificar su tumba, hicieron un féretro de piedra, el cual está en el exterior con cuatro antorchas alrededor para que tenga luz por las noches y pueda estar en paz, desde ese momento todo volvió a la normalidad y Nachito por fin pudo estar feliz.
Hoy en día las personas que visitan el cementerio le dejan dulces y ofrendas al espíritu de Nachito para que el siga en paz.
Después de visitar en el panteón de Belén y tener un poco de miedo debido a todas las leyendas que se cuentan, seguro vas a querer una comida deliciosa en un lugar agradable en el cual el servicio sea excelente, te recomendamos El Mate, lugar perfecto para ti.
Nos encontramos en:
Pedro Moreno 1476 Col Americana, entre Chapultepec y Progreso, con un horario de atención de 12 p.m. a 2 a. m. Tel: 38-27-20-33.
Fuente: panteondebelen.com/leyendas.php
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